Fantasma de la Opera en mi casa

Era el segundo Domingo del mes de Agosto, me bañe con tranquilidad, desayuné unos deliciosos frijoles recalentados, queso y dos tortillas tostadas, jugué una media hora con mi nieto, prendí­ la televisión y sintonicé el canal Film & Arts, en ese momento estaba por comenzar “El Fantasma de la Opera en el Royal Albert Hall”, nunca habí­a visto esta ópera. Con mi suegro la habí­amos escuchado cuatro o cinco veces, en su casa en Santiago de Chile, a fines de la década del sesenta.

La obra televisada tiene un montaje monumental, actúan más de cuarenta cantantes y actores, una orquesta exquisita, las voces femeninas y masculinas de mucha calidad y sus expresiones corporales (especialmente las faciales) mostraban a la perfección los sentimientos de alegrí­a, incertidumbre, angustia, terror, decisión y firmeza. Está basada en una novela publicada en el año 1910. Ha tenido más de diez y siete adaptaciones al teatro, se ha filmado 12 pelí­culas y dos veces para la televisión. El teatro en que fue grabado el programa de televisión, es un verdadero monumento arquitectónico.

El argumento de esa opera es el siguiente: mientras se estaba produciendo una presentación de una ópera muy famosa, un fantasma provocaba accidentes mortales; ese fantasma chantajeaba a las dos personas que dirigí­an la obra musical, porque en forma clandestina componí­a las óperas o sus arreglos musicales; una cantante muy bella, que estaba convencida que era guiada por un ángel de la música, llegó a ser la cantante principal, se ganó al público por la calidad de sus interpretaciones, especialmente a un amigo de infancia que habí­a heredado un tí­tulo nobiliario; el fantasma se sintió celoso del romance entre la cantante y ese caballero, la invita a visitarle en un mundo paralelo en donde permanecí­a; la joven cree que se trata de su ángel de la música, pero se da cuenta que en realidad es un genio musical que cubrí­a su cara con una máscara posiblemente por una deformación facial; ella contempla con horror el rostro del fantasma, pero este la encierra y consigue que ella le prometa que volverá a visitarlo; la cantante se encuentra en una encrucijada formada por el amor al joven caballero y su fascinación por la música compuesta por el fantasma; ella se da cuenta que el fantasma es el responsable de los accidentes y asesinatos en ese teatro y decide casarse con el caballero, abandonar la obra teatral e irse de Parí­s, huyendo del fantasma; pero éste descubre el plan, hace fracasar la presentación de la ópera y secuestra a la cantante; el caballero va en su ayuda, se enfrenta al fantasma quien utiliza su poder para intentar ahorcarlo, obligando a la cantante a darle un beso; ella acepta y el caballero salva su vida.