Hace 40 años Julia Orbelina, Patricia y Mauricio Cuéllar fueron vícitmas de desaparición forzada. El caso llega a la Corte-IDH, y organizaciones reiteran justicia.
Redacción ContraPunto
Patricia Emelie Cuéllar Sandoval fue la víctima de una desaparición forzada, y no se supo de ella desde el 28 de junio de 1982. A la madrugada siguiente, su padre, Mauricio Cuéllar Cuéllar, y su empleada doméstica, fueron secuestrados, corriendo la misma suerte de Patricia. Han transcurrido cuarenta años, y su familia no ha sabido nada de su paradero.
Acusaciones de hostigamientos y acoso por parte de elementos de seguridad pública fueron denunciados por Patricia, ante el Socorro Jurídico Cristiano (SJC), apenas días anteriores a los sucesos. Los hechos han sido detallados en el Centro de Información, Documentación y Apoyo a la Investigación (CIDAI) de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas”.
Cuarenta años han transcurrido desde la desaparición de las víctimas. Otros 22 se suman al litigio jurídico, que llegó a la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (Corte-IDH), luego de que la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) reconociera las demandas y los perjuicios, por la omisión de las garantías judiciales a sus familiares, por la omisión de las investigaciones requeridas.
El proceso que se ventila en la Corte-IDH ha sido reconocido por las organizaciones Víctimas Demandantes, la Fundación Roque Dalton y el Laboratorio de Investigación y Acción Social
contra la Impunidad (LIASCI). Abogando por Patricia y Mauricio Cuéllar y Julia Orbelina, las instituciones reiteran el cumplimiento de las “garantías judiciales y protección judicial”, en favor de las víctimas, de acuerdo con el informe de Fondo que la Comisión divulgó en 2020:
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