Un estudio de la Fundación Suiza de Cooperación Swisscontact señala que un alto porcentaje de migrantes que se ven obligados a retornar a sus países de origen en el triángulo Norte centroamericano experimentan malestar psicosocial.
Inconformidad, sentimiento de culpabilidad por tomar una decisión inadecuada, tristeza, vergüenza o malestar físico son algunas de las consecuencias que genera la deportación, según esta investigación realizada en el Salvador.
Así lo indica Gretel Salazar, consultora internacional en el tema migratorio, quien señala que «aunque un 18 por ciento que no reportaba dificultad, el 82 por ciento restante indicó dificultades para dormir, nerviosismo, decaimiento, aislamiento y cambio en el humor como algunos de los malestares con los que estaban lidiando en ese momento».
Los migrantes retornados también son protagonistas por sus capacidades adquiridas a nivel laboral o por el aprendizaje de un nuevo idioma, como el inglés.
Pablo, por ejemplo, es un compatriota retornado y expresa que para aprovechar estas habilidades en su país de origen requieren de redes de apoyo como el programa de reinserción Productiva «Gene-sis Nuevas Oportunidades», que en El Salvador promueve la fundación Swiscontact.
«Para los retornados que es bien difícil volver al país y comenzar de nuevo y pues ellos han sido un gran apoyo para nosotros, nos estamos adaptando», dice Pablo.
Pese a que El Salvador registró en los seis primeros meses del presente año, una reducción en el número de deportados, instituciones de Gobierno y organizaciones sociales, remarcan la necesidad de fortalecer los programas para la reintegración laboral de los migrantes retornados y reducir así la migración irregular.