El Juzgado Séptimo de Instrucción de San Salvador envió a juicio al vigilante del partido Arena de San Miguel en el escrutinio final de las elecciones, Jaime Ulises Perla Flores, por estar acusado por Fiscalía General de la República de acoso sexual en perjuicio de la periodista de Canal 10, Wendy Hernández.
Los hechos que Fiscalía le atribuye a Perla Flores ocurrieron el domingo 7 de marzo cuando la periodista Wendy Hernández, hacía una transmisión en vivo para la televisión estatal, cuando abordó a Perla y este la acosó.
El caso fue grabado y posteriormente denunciado por las redes sociales del noticiero estatal.
De acuerdo con la Fiscalía, todo habría ocurrido durante el escrutinio final de las pasadas elecciones para diputados, alcaldías municipales y diputados al Parlamento Centroamericano.
Tras su captura y su posterior procesamiento en sede judicial, Perla Flores se mostró arrepentido de su conducta; “me siento tremendamente avergonzado por el incidente; creo que las normas de conducta social, a lo mejor, las rompí”, sostuvo Perla en su momento.
“Le pido disculpas públicas a la señorita periodista, le tengo mucha admiración y respeto, yo no la conocía”, manifestó poco antes de ingresar a la audiencia inicial en marzo pasado.
Este miércoles, cuatro meses después, la juzgadora valoró como prueba principal el testimonio de la víctima y el vídeo en el que quedaron evidenciados los hechos, contrario a la valoración que hizo la jueza Séptimo de Paz, en el sentido que recomendó a la víctima a acostumbrarse a este tipo de hechos.
“Fue muy importante para nosotros como fiscales dejar un precedente, que no fue un acoso sexual cualquiera, sino un hecho cometido a través de un medio de comunicación que es una red que permite la proliferación de información”, argumentó la fiscal del caso.
La fiscal también agregó que las expresiones evidenciaron falta de respeto y se logró demostrar el delito.
A la audiencia preliminar asistió la víctima, Wendy Hernández, quien detalló que los abogados defensores intentaron desvanecer la acusación, tras alegar que no hubo un tocamiento físico o seguimiento a su persona y que por esas circunstancias no se podía tipificar el hecho como un acoso.
“La jueza explicó que se han hecho ciertas reformas legales en la que ya no se necesita tocar a una persona o perseguirla para calificar un delito como acoso”, afirmó la periodista.
Asimismo puntualizó que en el diario vivir, “muchas veces normalizamos ciertas frases pero en mi caso se hizo a través de un medio masivo con lo que se extendió y más personas pudieron conocer del caso”, añadió la ofendida.