El reloj biológico en los hombres es un tema que ha ganado interés en los últimos años, especialmente en el contexto de la salud reproductiva y el envejecimiento. Aunque tradicionalmente se ha asociado más con las mujeres debido a la menopausia y la disminución de la fertilidad con la edad, los hombres también experimentan cambios biológicos relacionados con el paso del tiempo que pueden afectar su salud y capacidad reproductiva.
Desde los 18 años, la sexualidad del hombre empieza a decrecer. Alrededor de los 50 comienza su andropausia o climaterio, un tema tabú porque ellos son conscientes de su decadencia y solo mencionan con sorna la menopausia de las mujeres, o la neurosis de las mismas sin pensar que ellos tienen problemas similares.
La sociedad y los medios de comunicación son cómplices de esta situación, como también pasa con la presunción de tener mujeres mucho más jóvenes que ellos, las cuales son solo trofeos. A decir verdad, después de cierta edad estos señores no funcionan más que con Viagra, y si es que un infarto no los hace morir en el acto sexual, como sucede muchas veces. Es antinatural: las erecciones suelen durar en exceso; hasta 9 horas, pero el cuerpo androgénico no resiste esa actividad y menos de forma continua como sucede en un hombre más joven.
La disminución de los niveles de testosterona puede contribuir al desarrollo de la andropausia, una condición que se caracteriza por síntomas como fatiga, depresión, disminución de la masa muscular y aumento de la grasa corporal. Estos cambios pueden comenzar a manifestarse a partir de los 40 o 50 años y pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida. Por eso es bueno saberlo.
Eso, sin duda, condiciona su vida sexual. El Viagra es una solución, pero no en todos los casos. Muchas veces estas erecciones forzadas terminan en ataque cardiaco o priapismo, que es tener la erección sin poder bajar el miembro. Además, hay que sumarle la fatiga extrema, ya que se puede terminar fallando no necesariamente por la falta de erección sino por cansancio físico.
El reloj biológico es diferente respecto al de las mujeres, donde la declinación sexual es más lenta. Sin embargo, debido a las hormonas y al estigma social, ellas van ignorando las señales de su sexualidad. Ahora se habla mucho de los juguetes sexuales, a través de los cuales las mujeres pueden seguir sintiendo placer y teniendo orgasmos satisfactorios toda la vida. Su declive físico -estar aguadas debido a la falta de colágeno o llenitas por los embarazos y falta de ejercicio y cuidados- solo mengua su deseo a nivel cognitivo. A nivel físico y con estimulación, propia o ajena, responden con excelentes orgasmos.
A pesar de que el reloj biológico en los hombres es un fenómeno que afecta tanto la salud reproductiva como la salud general, es algo muy poco difundido. Es, en mi opinión, debido al machismo, para que no dejen al esposo por otro que sí funcione.
Igualmente, con la nueva libertad sexual comienzan a abundar los jóvenes acompañantes o prostitutos. No lo recomiendo, pero sí el uso de estimuladores físicos y más discretos. A las mujeres siempre se les ha inculcado que pensar en deseo sexual es malo y pecaminoso. En épocas anteriores a las mujeres hasta se les internaba en manicomios por libertinas, ya que el deseo sexual era exclusivo para el hombre. Hoy los tiempos han cambiado.