Dignidad infinita

La dignidad de la persona viene calificada como “infinita” tomada de un encuentro de S. Juan Pablo II con personas que sufrían graves limitaciones o discapacidades físicas en Osnabruck, Alemania el 16 de noviembre de 1980

Por Pbro. José Antonio Molina

Con fecha 2 de abril de 2024, después de 5 años de trabajo y con ocasión de los 75 años de la declaración universal de los derechos del hombre (diciembre 1948), la Congregación para la Doctrina de la Fe, publicó la Declaración Dignidad Infinita.

La presente publicación no tiene mayor pretensión que presentar el documento pontificio e invitar a todas las personas de buena voluntad a leer directamente la Declaración. Algunos ya la han llamado: los derechos humanos con los ojos del Papa Francisco.

La Declaración consta de la presentación del Prefecto de la Congregación, Cardenal Víctor Manuel Fernández, 4 capítulos distribuidos en 66 numerales y una conclusión. Tiene 116 notas al pie de página de autores clásicos, de los últimos papas: S. Pablo VI, S. Juan Pablo II, Benedicto XVI y 58 citas del Magisterio del papa Francisco. Se sabe del interés personal del papa y su intervención directa.

Los primeros 3 capítulos clarifican desde la antropología cristiana la visión del hombre y clarifica los principales términos: dignidad, persona, libertad, etc. Al lector le llamaran mucho la atención las citas bíblicas de los profetas.

La dignidad de la persona viene calificada como “infinita” tomada de un encuentro de S. Juan Pablo II con personas que sufrían graves limitaciones o discapacidades físicas en Osnabruck, Alemania el 16 de noviembre de 1980. La dignidad humana inicia desde su concepción hasta su muerte natural.

El cuarto capítulo, a petición del Papa Francisco, presenta 13 casos de la problemática actual donde se viola la dignidad de la persona humana. El Dicasterio para la doctrina de la fe, admite que la lista no es exhaustiva. Aquí se tratan en el orden, los siguientes casos: el drama de la pobreza, la guerra, el trabajo de los emigrantes, la trata de las personas, los abusos sexuales, la violencia contra las mujeres, el aborto, la maternidad subrogada o vientres de alquiler, la eutanasia y el suicidio asistido, el descarte de las personas con discapacidad, la teoría de género, el cambio de sexo y termina con la violencia digital.

En palabras del Prefecto de la Congregación el Cardenal Fernández, la defensa de la dignidad de las personas más vulnerables: “es un gesto necesario, porque la Iglesia está profundamente convencida de que no se puede separar la fe de la defensa de la dignidad humana, la evangelización de la promoción de una vida digna y la espiritualidad del compromiso por la dignidad de todos los seres humanos”.

En la conclusión se cita al Papa Francisco con las siguientes palabras: “¡El compromiso con los derechos humanos nunca se acaba! A este respecto, estoy cerca de todos aquellos que, sin proclamas, en la vida concreta de cada día luchan y pagan en persona por defender los derechos de los que no cuentan»

Les deseo una buena lectura en el siguiente enlace: “Declaración Dignitas infinita”

Declaración Dignitas infinita (abra y lea el documentos)