El Wildparkstadion de Karlsruhe, el estadio donde Boca Juniors se consagró campeón intercontinental por primera vez en su historia, comenzó a ser desmontado este lunes, en el inicio de una reconstrucción que finalizará en 2022.
Mientras los aficionados del Karlsruher buscaban algunos asientos como último souvenir del estadio, los tractores y máquinas niveladoras comenzaban con las tareas de demolición de las tribunas que vieron al mítico equipo dirigido por Juan Carlos Lorenzo levantar su primer título intercontinental hace poco más de 40 años.
Después de igualar 2-2 en el primer partido jugado en la Bombonera de Buenos Aires, Boca sorprendió al mundo al imponerse 3-0 en el Wildparkstadion de Karlsruhe al Borussia Mí¶nchengladbach, que era el subcampeón de Europa, pero que disputó la Copa en reemplazo del Liverpool inglés, que desistió de jugar el encuentro por un problema de calendario.
Aquel 1 de agosto de 1978, los goles de Darío Felman a los dos minutos, de Ernesto Mastrángelo a los 33′ y de Horacio Salinas a los 36′ enmudecieron al Wildparkstadion y sorprendieron al poderoso conjunto alemán dirigido por Udo Lattek.
Figuras de la selección germana como Berti Vogts, Winfried Schafer y Rainer Bonhof y el ganador del Balón de Oro de 1977, el danés Allan Simonsen, no pudieron contrarrestar el buen juego del equipo argentino, que se llevó una victoria sorprendente para levantar el trofeo.
Pasaron 22 años hasta que el club argentino volvió a ganar la Copa Intercontinental, después de superar 2-1 al Real Madrid en Japón con un doblete de su histórico goleador Martín Palermo. En 2003, Boca ganó por tercera vez el tradicional trofeo al vencer por penales al Milan tras igualar 1-1 en el tiempo reglamentario.
A 40 años de aquella gesta, el viejo estadio de Karlsruhe, inaugurado en 1955, comienza a ser historia. Los aficionados del club que supo jugar en la Bundesliga y que ahora milita en la tercera división alemana lo despidieron el sábado con un espectacular show de fuegos artificiales y una bandera gigante en la que le dieron las gracias por las alegrías brindadas.
Para que el festejo fuera completo, el Karlsruher se impuso 2-1 al Wí¼rzburger Kickers para subir hasta el tercer puesto y seguir soñando con el ascenso a la segunda categoría.
Como lo habían sido Felman, Mastrángelo y Salinas para los hinchas boquenses, el último héroe del Wildparkstadion fue Marvin Pourie, que anotó los dos goles del triunfo, el último a ocho minutos de la despedida, y se fue ovacionado cuando lo reemplazaron a dos minutos del final.