Por Ana Delicado Palacios (Sputnik)
La cofundadora y presidenta de la asociación humanitaria argentina Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, falleció este domingo a los 93 años tras haberse convertido en un símbolo intencional de la lucha por los derechos humanos.
“El Gobierno (…) rinde homenaje a Hebe, su memoria y su lucha que estarán siempre presentes como guía en los momentos difíciles”, señaló el Ejecutivo en un comunicado al decretar tres días de duelo nacional.
La histórica cofundadora de Madres de Plaza de Mayo se consagró como un emblema de la lucha por la verdad, la memoria y la justicia en el fragor de una intensa vida pública que la hizo conocida por decir sin rodeos lo que opinaba.
Durante el terrorismo de Estado, De Bonafini fue objeto de amenazas y agresiones al mantener un perfil contestatario con la convocatoria de solicitadas, requerimientos ante los agentes de la dictadura (1976-1983) y pedidos judiciales de hábeas corpus.
DOS HIJOS DESAPARECIDOS
Nacida el 4 de diciembre de 1928 en la localidad bonaerense de Ensenada, De Bonafini se casó a los 14 años con Humberto Alfredo Bonafini, con quien tuvo tres hijos, Jorge Omar, Raúl Alfredo y María Alejandra.
De Bonafini se consideraba “un ama de casa más” hasta que el 8 de febrero de 1977 su hijo mayor, militante del Partido Comunista, fue secuestrado y desaparecido en La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires (este).
El 6 de diciembre de ese año corrió la misma suerte su otro hijo varón, también militante del Partido Comunista, cuando fue secuestrado en la localidad bonaerense Berazategui.
El 25 de mayo de 1978 también fue desaparecida su nuera, María Elena Bugnone Cepeda, esposa de Jorge.
En 1979, en plena dictadura militar, De Bonafini se convirtió en presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, organización que surgió dos años antes cuando un grupo de mujeres comenzó a reclamar por el paradero de sus hijos desaparecidos.
El nombre mismo de la entidad se refiere al método que estas mujeres eligieron durante el terrorismo de Estado para reclamar por la aparición de sus hijos: recorrer cada jueves la céntrica Plaza de Mayo, que se encuentra frente a la sede de Gobierno, en silencio y con pañuelos blancos en la cabeza.
En 1979, la organización declaró ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) durante el viaje que el organismo de la Organización de Estados Americanos (OEA) realizó al país para documentarse sobre las denuncias de violaciones a los derechos humanos que tenían lugar en el extranjero.
La escisión de Madres de Plaza de Mayo en dos grupos en 1986, con la creación de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, liderado por otra activista histórica, Nora Cortiñas, no interrumpió las marchas de los jueves, que se siguen realizando hasta el presente.
Hebe de Bonafini asistió por última vez a una de estas rondas el 10 de noviembre, con motivo de la marcha n°2326, después de haberse ausentado durante varias semanas por problemas de salud que la tuvieron internada durante tres días en el Hospital Italiano de La Plata, hasta su alta el 13 de octubre.
Durante su discurso de cierre, la titular de Madres de Plaza de Mayo comentó que los médicos le habían dejado asistir porque sabían que también era parte de su salud.
“Necesito la plaza para cuidarme, los necesito a ustedes para mejorarme”, aseguró.
VIDA CONTESTATARIA
Ya en democracia, De Bonafini se embanderó en la defensa de determinadas causas y figuras políticas, como la revolución cubana y su máximo líder, Fidel Castro (1959-2008) o los guerrilleros de las FARC.
Con la misma vehemencia, fue crítica del papa Juan Pablo II y de exmandatarios de derecha como el colombiano Álvaro Uribe (2002-2010), ademaś de cuestionar las torturas y vejaciones que sufrieron en España los presos de ETA.
Disconforme con las políticas neoliberales del expresidente argentino Carlos Menem (1989-1999), la activista llegó a ser enjuiciada por tildarlo de “basura”, en una causa que primero la investigó por desacato y luego por injurias hasta que fue desestimada por la Corte Suprema.
Dentro de su país, la titular de Madres de Plaza de Mayo sí expresó su apoyo incondicional a los Gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández (2007-2015).
En 2017, De Bonafini fue de nuevo llevada a los tribunales acusada de corrupción a raíz de un proyecto que organizó su fundación a partir de 2006 para construir viviendas sociales, conocido como “sueños compartidos.
Procesada junto a otros funcionarios por presunta defraudación a la administración pública, el caso había sido elevado a juicio oral en agosto por la Cámara Federal de Casación Penal, máximo tribunal penal del país.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández expresó su “dolor y respeto” a esa histórica activista, que estuvo internada durante tres días en el Hospital Italiano de la ciudad de La Plata, en la capital de la provincia de Buenos Aires (este), hasta que fue dada de alta el 13 de octubre.
De Bonafini habría cumplicado este 4 de diciembre 94 años.