El presidente Nayib Bukele confirmó este lunes que los salvadoreños que se encuentran en el exterior y que han solicitado regresar al país en estos días de emergencia nacional por el COVID-19 no podrán hacerlo pues representan "un alto peligro de contagio para el país".
El mandatario dijo que son al menos 4 mil 500 compatriotas que se encuentran en estas condiciones y que han expresado sus deseos de reunirse con sus familias, pero aunque han analizado la posibilidad de traerlos, se ha considerado que lo mejor es que permanezcan en los países donde se encuentran y que en la mayoría son países cuyo sistema de salud aún puede aguantar.
"Entre estas personas hay muchos familiares nuestros, como mi hermana, mis sobrinos y la hija de mi secretario privado, pero el problema es que vienen de zonas donde el contagio es muy grande y donde sus sistemas de salud todavía pueden aguantar, pero si los reptriamos, al venir tendríamos que ponerlos en cuarentena y no tenemos espacio y podrían empezar a contagiarse", apuntó.
Agregó que "si eso pasara vamos a tener que soltarlos porque no tendremos la capacidad de tenerlos en cuarentena segura y entonces todo se va desbordar, y en ese momento el país colapsaría en un día, todo lo que hemos hecho se tiraría a la borda”.
Bukele puso el ejemplo de Singapur que "pasó de tener 150 casos a más de 1,500 casos por abrir sus puertas y dejar que los nacionales regresaran. Pasó de ser un ejemplo a ser uno de los países que más elevó su curva de contagios”, dijo.
De acuerdo al mapa interactivo sobre la pandemia Coronavirus COVID-19 Global Cases by the Center for Systems Science and Engineering (CSSE) at Johns Hopkins University (JHU), que se actualiza en tiempo real, indica que en la actualidad se contabilizan cerca de 1.3 millones de casos confirmados de COVID-19; el número de muertos se sitúa casi 70 mil.
Solo este lunes 6 de abril, en Estados Unidos donde se encuentran la mayoría de salvadoreños que desean regresar al país,se registraron 27 mil 415 nuevos casos y hasta la fecha han fallecido más de 10 mil 700 personas, y estas cifras según el presidente Donald Trump aún no representan lo más "duro" que, según él, será en dos semanas.