La Asociación de Radios y Programas Participativos de El Salvador (ARPAS) solicitó este jueves por medio de su editorial semanal, que la Superintendencia de Competencia y la Fiscalía General de la República (FGR) investiguen a la cadena televisiva Telecorporación Salvadoreña (TCS) por presuntas irregularidades en la asignación de sus frecuencias y por su posible involucramiento como empresa señalada en los Papeles de Panamá.
“Publicaciones periodísticas señalan anomalías en el otorgamiento de siete frecuencias televisivas: los canales 39, 41, 43, 45, 47, 49 y 51 de televisión por cable que fueron “˜readecuados”™ como canales abiertos, para evadir el proceso de asignación por subasta pública”, denuncia ARPAS.
Sobre estos canales, ARPAS asegura que existe una denuncia que la Fiscalía no quiere investigar y una petición de crear una comisión especial que “duerme el sueño de los justos” en la Comisión Política de la Asamblea Legislativa.
ARPAS señala que TCS controla el 37% del espectro de televisión abierta, acapara un 70% de audiencia y recibe el 85% de la pauta publicitaria televisiva, según un estudio de reciente de la Superintendencia de Competencia.
Esta organización sostiene que el consorcio propiedad de la Familia Eserski también tiene derechos exclusivos sobre diversos eventos y contenidos, algunos obtenidos posiblemente en forma irregular. “De hecho, el semanario digital El Faro publicó el 7 de abril de este año que TCS (Canal 4) se auto-compró derechos de transmisión de partidos de la Copa América y del Mundial de Brasil 2014 a través de una empresa creada en Islas Vírgenes Británicas”, señala ARPAS en su editorial.
ARPAS sostiene que según los documentos de la firma Mosack Fonseca citados por El Faro, TCS también tiene varias empresas offshore en Panamá.
Asimismo comparan el caso TCS con lo que sucede en la vecina Guatemala con la cadena televisiva “Albavisión”, pues de acuerdo con una investigación periodística citada por ARPAS, se describe con detalles la trama de corrupción tejida por el personaje que domina el espectro mediático guatemalteco y que está en la mira de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).