"…Hoy cuando se me mueren los amigos
sólo se mueren sus nombres…"
Roque Dalton
Para nosotros fue primero el Relojero Hugo de San Miguelito, después don Hugo y nos dijo (a Jorge y a mi: no me jodan con eso de don Hugo…); entonces fue el tío Hugo o simplemente Hugo. "El tata de ustedes fue mi amigo, de niños, desde jóvenes del barrio. Íbamos de escondidas de tu abuela a echarnos unas cervecitas a "La Ensenada" y le enseñé a jugar billar. Él era un genio, nació para eso… Lo mataron por envidia, hijos…"
Víctor Hugo Iraheta -tenía nombre de poeta-, fue un hombre alegre, caritativo y jovial, una buena persona. Compró y cuidó la casa de la "5 de noviembre" y 2da Avenida Norte en San Miguelito, donde mi padre creció y mi abuela María tenía una tiendita que se llamaba "La Royal" -aún conserva el rótulo, un poco deteriorado por el tiempo-. "Quise conservar la casa donde Roque se crió y después fundó su familia y escribió sus primeras obras… El tiempo ha pasado, pero aquí está la casa".
Conmemoraciones al poeta Roque Dalton (foto ContraPunto)
Hugo, el tío Hugo y hermano de mi padre, murió tras una larga enfermedad de la que no hizo mucho caso: a sus 87 años andaba para arriba y para abajo, pero finalmente su noble y alegre corazón paró su ritmo el jueves pasado… En el mismo mes de mayo, en que nació y fue asesinado Roque Dalton.
Hugo con su hermano Milton y familiares
Nuestro reconocimiento y agradecimiento eterno y grande con Víctor Hugo Iraheta y su familia. Ahora será nuestra sociedad, su familia y la institucionalidad del país la que se encargue del legado y las esperanzas que siempre tuvo Hugo respecto a su casa y local de trabajo, que antes y siempre fue la casa de nuestro poeta Roque Dalton.