Por Alessia Genoves

30,508 personas han sido infectadas con la Viruela del Mono, desde el pasado 6 de mayo. 3 casos se han confirmado en Costa Rica, 2 en Guatemala y una en Panamá. La Organización Mundial de la Salud (OMS) califica la situación epidemiológica como una Emergencia Sanitaria de tipo moderada. También recomienda evitar la exposición con personas infectadas al virus “Orthopoxvirus”, de la familia “Poxviridae”.

“LGBT” es uno de los grupos sociales identificados por reportar la mayor parte de personas infectadas. La OMS aclara que la infección no es exclusiva a las personas de diversidad sexual y genérica. Por el contrario, afirma que los resultados, en cantidad, tienen qué ver con la participación favorable de las personas infectadas en acudir a un diagnóstico, en comparación a las personas no heterosexuales que han adquirido la infección.

La activista transexual, Amalia Leiva, nos comparte sus opiniones, respecto al impacto que la Viruela del Mono podría traer a la población salvadoreña, en especial a aquellos grupos sociales vulnerables, como la población LGBT.

Amalia Leiva

Este espacio es para derrumbar esos mitos, y para que los médicos dejen de estar ocupando su profesión médica profesional para seguir alimentando estigmas, y seguir alimentando sesgos que en nada tienen que ver con los datos y las estadísticas que se tienen sobre la Viruela Símica en cuanto a relación a las personas con una orientación sexual una identidad de género diferente (a la heterosexual y cisgénero).

¿Y por qué digo esto?. Principalmente, porque hace 45 años, aproximadamente, este mismo episodio se vivió cuando la pandemia del VIH/SIDA había llegado a EEUU, y ya había llegado a muchos países de Europa y América; e inclusive la ignorancia, y el alimentar sesgos personales tenían tanto impacto que incluso llegó a ser llamada “La Pandemia Rosa”, porque era ligada única y exclusivamente a personas LGBT; y, en este caso al grupo poblacional de HSH.

Para quienes no saben qué es un HSH, ésto tiene qué ver con aquella categoría bio-científica médica que habla de hombres que tienen sexo con hombres; ya sean estos hombres heterosexuales, bisexuales y hombres que no se asuman con una orientación sexual diferente; e inclusive, que tenga qué ver dentro las mujeres trans. Entonces, esto de la Pandemia Rosa, como mal llamada le hacían a la pandemia del VIH trajo consigo impactos negativos no sólo a la al nivel de la calidad de vida de las personas.

Recordemos que para cuando esa pandemia llegó a los EEUU, había una gran lucha racial por los derechos de las personas negras; y, encima, si eras negra y LGBT, el estigma era sumamente el doble. Entonces, lo mismo está pasando ahora con la Viruela del Simio, o la Viruela del Mono, como le conocemos actualmente.

En datos históricos, esta es una enfermedad que no es nueva. Tampoco es el último descubrimiento de enfermedades del siglo. Es una enfermedad que ya tiene antecedentes desde 1970, en donde se encontraron dos cepas genéticamente diferenciadas: la cepa de El Congo, que era de África Central; y la cepa del África Occidental. Las infecciones humanas con la cepa del África Occidental parecían causar una enfermedad menos grave que la en comparación a la cepa de la cuenca de El Congo.

Entonces, hasta en mayo del 2022, debido a tres factores principales que también los vamos a nombrar en este espacio, es que la Viruela del Mono ha tomado tanta fuerza, y se ha expandido acá en nuestro continente, o en nuestros países.

La primera es porque los movimientos anti-vacunas han contribuido enormemente, a través de su influencia y su incidencia, a que no se vacunen en contra de la Viruela Humana. Entonces quiere decir que en un lapso de 10 a 15 años, esa inmunidad disminuye.

Segundo, tiene también qué ver, principalmente, con que el impacto del cambio climático, que nos ha llevado a destruir el hábitat de muchas especies exóticas; y eso es lo que crea que nosotros entremos en contacto con otras especies, que no deberían de estar en las grandes ciudades; o en las zonas pobladas por humanos. Y, es allí donde derivarían estas zoonosis.

Y la número tres es, precisamente, al tema de la globalización. Hoy estás a un vuelo para poder estar en contacto con cualquier parte del mundo, y eso fue lo que pasó, precisamente, en Reino Unidos: la persona que llevó esta variante, de la viruela, estaba en África llega, tiene contacto con las personas… recordemos que la forma más eficaz de contagio es que usted tenga contacto piel a piel con la llaga, que supura. Y, es ahí donde se generan los contagios.

En ningún momento, ni el director general de la OMS, y ninguna fuente oficial de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), ha establecido, en ningún documento, que la Viruela del Mono tenga algo qué ver con la orientación sexual de las persona; y, muchísimo menos, con el estilo de vida que puedan tener.

De hecho, me parece a mí que la Viruela del Mono nos viene a fortalecer una de la una de las frases icónicas que se ocupaban en el pasado, por ejemplo, cuando se puso una barrera estructural con el tema del VIH. Decíamos: toda persona que obtenga una vida sexualmente activa, y no use un método de protección tiene altas probabilidades de adquirir el virus.

Y, lo mismo va a aplicar para la Viruela del Mono: cualquier persona indistintamente de su clase social, su zona geográfica, su orientación sexual o su ideología política; que tenga prácticas sexuales con parejas múltiples y no use un método de protección o no use métodos de prevención va a adquirir la Viruela del Mono… sobretodo, si la llaga todavía es muy pequeña y no hay signos visibles en el cuerpo.

Entonces, me parece a mí que el desafío va a ir creciendo con el tiempo. El estigma social va a seguir creciendo. Tal vez ahorita la gente mire este tema como sin importancia, y como de ahí no es que este tema no tiene que ver conmigo, porque eso es allá en Londres, y que no sé qué (por ejemplo). Pues, ojalá que así fuera. El problema es que así pensábamos con el coronavirus. que estaba al otro lado del mundo, iniciando en Wuhan, China; y, pues resulta ser que mató a millones de personas en todo el mundo en lo que va del 2020, hasta la fecha.

Me parece a mí que tenemos que ponernos muy atentos para cuando el primer caso se en El Salvador. Y, bueno… creo que no hace falta recordarles que la población no tiene la cultura necesaria, o la educación para poder responder frente, cuando hay una enfermedad dentro del territorio.