Por Alessia Genoves
“Provocación política”, así define la República Popular de China (RPC), la llegada de la congresista estadounidense, Nancy Pelosi, a la isla de Taiwan. La congresista afirmó, por su parte, que la “democracia vibrante y sólida” del gobierno de la presidenta Tsai Ing-wen “está bajo amenaza”; por lo que justificó su llegada a una gira por los países del Mar Pacífico, en la que establecerían lazos de “seguridad mutua, la alianza económica y la gobernabilidad democrática”.
“Violación al Principio de Una Sola China”, así interpretó el Ministerio de Relaciones Exteriores de la RPC, la llegada y declaraciones de Pelosi, a Taiwan, por sí misma definida como República de China. Y aunque la Casa Blanca, por su parte, aún no ha declarado su interés por intervenir en Taiwan, la congresista manifestó, a The Washington Post, que “Estados Unidos continúa oponiéndose a los esfuerzos unilaterales para cambiar el status quo -los acuerdos-”.
Acuerdo
181 países del mundo mantienen relaciones diplomáticas con la RPC, según así lo declara su gobierno. Ésta condición no exceptúa a países como los Estados Unidos de América (EEUU); Reino Unido, España, con los que ha tenido conflictos diplomáticos en el pasado. Particularmente, EEUU ha reconocido la resolución 2,758 (XXVI) de la Asamblea General de las Naciones Unidas, titulada como la “Restitución de los Legítimos Derechos de la República Popular China de las Naciones Unidas”.
“El Acuerdo de una sola China”, así es como popularmente es denominada dicha resolución. El documento establece, entre otras cosas, que hace “reconocer los representantes de su Gobierno como únicos representantes legítimos de China en las Naciones Unidas”. En el acuerdo, se suspendió la representación en la ONU del Chiang Kai-sekl, el fundador de la República de China, conocida como Taiwán
14 son los países del mundo que apenas reconocen a Taiwán, como nación soberana, la mayoría de ellos, de América Latina y el Caribe (Belice, Guatemala, Haití, Honduras, Paraguay, San Cristobal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas). Estados Unidos, por su parte, no ha reconocido diplomaticamente a Taiwán como país soberano; sin embargo, mantiene relaciones diplomáticas no oficiales.
Estados Unidos no reconocería límites mayores a los de fomentar “relaciones culturales, comerciales y otras relaciones no oficiales con el pueblo de Taiwán”, de acuerdo con un Comunicado Conjunto entre China y EE.UU, firmado en 1979.
Intervención
“Equivocado y peligroso”, así calificó el PCCh, al camino que Washington seguiría EEUU, de intervenir en Taiwán. Pero las declaraciones previas a la gira del Pacífico de Pelosi se definían por temas de “seguridad mutua, la alianza económica y la gobernabilidad democrática”, sobre los países de Singapur, Malasia, Corea del Sur y Japón.
Con Taiwán, entretanto, Pelosi definió su isla “a la promoción de nuestro-intereses compartidos, como e avance de una región del Indo-Pacífico libre y abierta”. También indicó que la “democracia vibrante y sólida” de Taiwan estaría “bajo amenaza”, entre otras cosas, por el arsenal armamentístico desplegado hacia las fronteras del país. Y es que hace tan sólo un día, la agencia oficial de noticias Xinhua, del PCCh, divulgó que el ejercito de China estaría realizando “importantes ejercicios militares y actividades de adiestramiento”, en puntos ubicados en las fronteras marítimas de Taiwán, por lo que éste último suspenderá el tráfico aéreo y marítimo.
Hace tan sólo unas horas, Pelosi abandonó Taiwán. Pero, el PPCh reiteró la calificación de los esfuerzos de la congresista como una “intervención”; y advirtió a Washington de “no buscar un conflicto con China, y no ir más lejos por el camino equivocado y peligroso”. También indicó le demandó a su gobierno el «implementar efectivamente el compromiso de “cinco-noes”», sobre:
- No buscar una “nueva Guerra Fría” con China.
- No pretender cambiar el sistema de China
- La revitalización de sus alianzas no es contra China
- No apoyar la “independencia de Taiwán
- No buscar un conflicto con China