jueves, 10 octubre 2024

Nayib Bukele y los 202 años de Independencia. PCT Fase VI

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Nayib Bukele: "Anuncio del lanzamiento de la Fase VI del plan Control Territorial, enfocada en integración y combate a la pobreza." Aclara: "el INSAFORP no desaparecerá, será renovado y ampliado para impulsar la formación profesional y técnica en tecnología."

Redacción ContraPunto


Discurso de la conmemoración del duocentésimo segundo aniversario de Independencia patria. Se dirige a la nación su excelencia el Señor Presidente de la República de El Salvador, Nayib Armando Bukele Ortez:

Discurso del Presidente Bukele:

Señor presidente de la Asamblea Legislativa, señor presidente de la Corte Suprema de Justicia; señor vicepresidente de la República, mi querida esposa Gabriela, la primera dama de la República; excelentísimos señores Embajadores y honorables jefes de misiones diplomáticas acreditadas en nuestro país; señora presidente de la corte de cuentas, señora presidente del tribunal supremo electoral; señores miembros del Ministerio Público, señor fiscal general de la república, señor procurador general de la república; señor presidente del Consejo Nacional de la judicatura; señores miembros del gabinete de gobierno, invitados especiales, a mi familia y al querido pueblo salvadoreño.

El Salvador es el país más pequeño del continente, pero siempre ha soñado con ser grande, y en los últimos años empezamos a sentar las bases para lograr ese sueño, bases sólidas y férreas que nos han servido cada vez más para acercarnos a ese sueño y conseguirlo algún día. Ese sueño de grandeza ya no se siente como algo imposible de lograr, sino como algo que algún día, probablemente lejano, pero algún día alcanzaremos.

Hoy somos un referente de superación; somos el país más seguro de Latinoamérica. Personas de todas partes del mundo han venido al país y lo han constatado, y el que no ha venido, lo invitamos a venir y a constatarlo. El país entero es reconocido por personas de todas las naciones, reconocen nuestro potencial.

En tan solo cuatro años, escuchen bien, en tan solo cuatro años, El Salvador ha cambiado enormemente. Lo que estamos viendo ahora es un Renacimiento, hemos vuelto a nacer. Y aunque seguramente lo intentemos, no somos del todo conscientes de eso. El letargo fue tal que incluso ahora, cuando hemos conquistado cosas tan grandes que antes parecían imposibles, cuando otros países del mundo desearían hacer lo que nosotros hacemos y lograr lo que nosotros hemos logrado, nos cuesta todavía creer que ya no somos los mismos, todavía nos sentimos pequeños ante los demás y todavía, en muchas ocasiones, continuamos actuando así.

Lo que verdaderamente importa es que nosotros también seamos capaces de ver nuestro potencial y, más todavía, que creamos en ese potencial y hagamos algo con él. La seguridad nos ha dado la posibilidad de cambiarnos para siempre y, por ende, de cambiar a nuestro país. Ahora tenemos la posibilidad de darnos el tiempo de recuperarnos, de ya no vernos como nos veíamos antes, ahora debemos ver hacia adelante, pensar en grande, construir un futuro que hasta hace poco era inimaginable porque ni siquiera nos sentíamos lo suficientemente capaces de pensarlo, y ya no se diga de hacerlo.

¿Qué era lo que antes decían de nosotros? ¿Qué era lo que antes escuchábamos del Salvador en las noticias o cuando salíamos de viaje, cuando visitábamos otros países? Mucha gente ni siquiera sabía cómo encontrar El Salvador en el mapa; éramos, para los que lo conocían, el país más violento del mundo. De hecho, éramos literalmente el país más violento del mundo, un país donde no se podía caminar, donde no se podía vivir, donde no se podía, por supuesto, invertir. Éramos el país de las maras, el país de las pandillas; ese sí era nuestro sello mundial, éramos el país al que los que lo conocían lo conocían por masacres y muerte, y por la guerra. Lo poco que teníamos para ofrecer era opacado por la violencia y la inseguridad. Y aunque todavía no estamos donde queremos en áreas como Salud, Educación, Infraestructura, es indiscutible que hemos avanzado muchísimo en tan poco tiempo, somos un nuevo El Salvador con una nueva historia que empezamos a escribir desde el 2019.

Miren lo que hemos conseguido. Recientemente hemos firmado un acuerdo con la empresa estadounidense Google, una de las compañías tecnológicas más importantes del mundo. Imagínense eso, un gigante tecnológico que ha definido en buena parte el curso de la historia reciente de la humanidad y lo que conocemos de ella. Y también, probablemente, de mucho de lo que veamos en el futuro. En Latinoamérica, Google ya tiene oficinas en Brasil, en Chile, en Colombia, en México, en Argentina, pero El Salvador será el primer gobierno que usará esta nueva tecnología para modernizar nuestros servicios gubernamentales y la atención médica, la educación e incluso mejorar a las empresas locales y cambiar cosas del día a día de los salvadoreños, como el tráfico, la calidad de los espacios públicos, los parques y las plazas.

Y ojo que no tenemos, por supuesto, ni la economía ni la industria ni los avances en educación y salud, y muchas áreas que tienen estos otros países, pero Google, al igual que muchos, vieron nuestro potencial, el potencial y la capacidad que hemos adquirido para re-inventarnos. Y no solo Google, el mundo entero está viendo nuestro potencial en turismo, en infraestructura, en la construcción de un totalmente nuevo sistema de salud moderno y de calidad para nuestra gente, en la construcción de un nuevo sistema de Educación moderno y de calidad, también en la generación de una nueva aptitud en el desarrollo emocional e intelectual de nuestra gente, en la realización incluso de eventos de talla mundial. Hace un par de meses, muchos de ustedes lo vieron, tuvimos los Juegos Centroamericanos y del Caribe que se realizaron en nuestro país, unos juegos que estaban sin hogar y los realizamos en tiempo récord y tomando en cuenta todos los retos que se plantearon, fueron los mejores de la historia, según palabras del presidente de Centro Caribe Sports, que es la organización dueña del evento.

Y en un par de meses también seremos sede del certamen de Miss Universo. Y a lo largo del año hemos tenido cinco torneos de surf de calidad mundial, incluyendo el Mundial de Surf e incluyendo la clasificación para las Olimpiadas. Para Miss Universo estamos remodelando y renovando varios lugares históricos y turísticos que quedarán todos como un legado para los salvadoreños

. Es un evento que nos da la oportunidad de invertir en obras, crear nuevos empleos y dinamizar la economía. Pero también es una vitrina para mostrarle al mundo en lo que nos hemos convertido, mostrarle al mundo nuestro potencial. Estamos renovando totalmente el gimnasio nacional, no para dejarlo como un lugar digno como lo dejamos para los Juegos Centroamericanos y del Caribe, sino para dejarlo como un lugar de calidad mundial para hacer eventos de calidad mundial, un escenario de primer nivel que podrá albergar a más de diez mil personas donde se podrán hacer grandes producciones de diferentes tipos.

También estamos interviniendo las principales plazas, edificios y jardines, iluminación en el centro histórico de San Salvador y también otros centros históricos como el depaneco, el de Suchitoto. También estamos interviniendo El Salvador del mundo, las calles para el Zonte, por el Boquerón, también la calle al aeropuerto que quedará totalmente iluminada con un sistema inteligente que avisará de accidentes, ahorrará energía y brindará información en tiempo real. También tendremos nuevos complejos con infraestructura cómoda y atractiva para visitantes en las playas como Maculis, Los Almendros en La Unión y Sonsonate, Punta Roca y La Libertad. Muy pronto abriremos la nueva Biblioteca Nacional del Salvador, que estamos terminando de construir con el apoyo de China. La misma se convertirá en la biblioteca pública más grande y moderna de toda Latinoamérica, una inversión de decenas de millones de dólares directamente en cultura y en educación. La biblioteca más grande y moderna de Latinoamérica aquí en el centro histórico, aquí en El Salvador.

Hace dos días tuvimos la visita del Emir de Catar, y pronto anunciaremos los frutos más importantes de esa reunión. Ya anunciamos algunos frutos más pequeños, pero los frutos más importantes serán anunciados pronto. Hemos reducido la migración irregular de los salvadoreños al exterior, hemos dejado de estar en el top 10 de los países con mayor flujo migratorio hacia Estados Unidos, cuando antes éramos de los primeros tres o cinco, ahora estamos fuera del top 10, aún falta, pero estamos en camino lento pero seguro a tener migración inversa, es decir, que vengan más personas de las que salen. Hay un estudio de la Organización Internacional de Migración y del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas que dice que el 60.2% de los salvadoreños que viven en los Estados Unidos tienen planes en el futuro de regresar al Salvador. De ese 60%, el 20% ya está haciendo planes para hacerlo. Muchos quieren venir a invertir, otros quieren venir a vivir, otros quieren venir a retirarse y pasar aquí en su país su vejez, cosas que eran impensables antes. Incluso personas de otras nacionalidades están aplicando para residencias y para ciudadanía ahora en El Salvador, algún día, primero Dios, no tan lejano, tendremos migración inversa, tenemos migración hacia El Salvador y una inmigración hacia afuera.

Cada vez se anuncian más proyectos hoteleros hechos por salvadoreños, inversionistas salvadoreños de la diáspora que quieren venir no solo a vivir sino también a invertir en El Salvador y construir hoteles, muchas veces en lugares turísticos, pero muchas veces en sus propios pueblos donde ellos nacieron y donde ellos salieron cuando les tocó migrar por culpa de la inseguridad y de la guerra y de las pocas oportunidades económicas. Como lo queramos ver, el mundo tiene sus ojos puestos en El Salvador porque saben que el paso que vamos y, si seguimos haciendo bien las cosas, primero Dios, vamos a cambiar el curso de nuestra historia. Y esperaría que, con nuestro ejemplo, si ellos así lo desean, también ayudemos a cambiar la historia de otros pueblos, de otros países que han tenido circunstancias similares a las nuestras y, por ende, soluciones similares a las nuestras pudieran servirles a ellos como referencia.

Por ello, quiero hacerles un llamado a todos los salvadoreños, debemos estar a la altura de este momento en nuestra historia. No podemos seguir esperando que otros nos digan cómo hacer las cosas, tenemos que asumir un rol activo y dejar de ser ciudadanos pasivos. Ya no somos únicamente alumnos o aprendices, sí tenemos que aprender siempre, pero ya no somos únicamente eso. Ya no tenemos que llegar a un auditorio o salón de clases, sentarnos en la última fila porque no tenemos nada de qué aportar, ahora podemos estar en primera fila e incluso podemos estar dando la clase.

El Salvador está renaciendo, pero tenemos que estar a la altura de ese momento. Por ello, estamos obligados a seguir tomando decisiones grandes, decisiones que nos lleven a cumplir ese sueño para todos, sin dejar atrás a nadie. Ya lo he dicho muchas veces, cuando asumimos el gobierno, El Salvador tenía muchos problemas de todo tipo, pero no había uno más urgente que el de la inseguridad. Convertir a El Salvador en un país seguro era nuestro problema más urgente. Entre todos los logros que hemos tenido en esa área, uno de los más importantes, y lo dice la gente de las comunidades, es que eliminamos esas fronteras invisibles entre comunidad y comunidad. Ahora las personas de una comunidad pueden ir a la otra. Eso puede sonar normal para la gente que nos escucha de otros países, pero eso no era normal en El Salvador. El hecho de caminar en la calle, ir a la plaza o ir a la cancha a jugar fútbol o básquetbol era algo impensable para la mayoría de salvadoreños. Esas fronteras invisibles que las pandillas impusieron durante décadas y que nadie se atrevía a ir a respetarlas, si el que la sí respetaba era asesinado.

Y aunque la seguridad ya está bajo control desde hace meses y la gente ya puede cruzar esas fronteras invisibles, todavía quedan muros invisibles que tenemos que romper, sobre todo los que están aquí en la mente, en la psicología, el miedo es parte de las secuelas que nos dejó décadas de violencia, y lo debemos seguir contrarrestando.

Por eso, hoy quiero hacer un anuncio muy importante. Este día, aprovechando la celebración de nuestra independencia patria, quiero anunciar el lanzamiento de la fase seis del plan Control Territorial, a la que hemos llamado “Integración”. La mayoría de fases del plan Control Territorial, como ustedes lo

saben, se enfocan en la contención de la violencia, se enfocan en el combate directo a la criminalidad. Pero estas nuevas fases, al igual que la fase dos, la fase de oportunidades, se enfocarán en las necesidades de mediano y largo plazo. El Estado salvadoreño, la empresa privada, las universidades, las comunidades, el resto de sectores de la sociedad deben ayudarnos e integrarse para combatir la pobreza, que tiene múltiples causas.

Para ejecutar esta fase, vamos a crear la Dirección Nacional de Integración. Esta nueva dirección será dirigida por mi amigo Alejandro Gutman, que está aquí con nuestro gabinete y será parte pronto de nuestro gabinete. Él ha trabajado por más de veinte años en las comunidades más desfavorecidas y ha ayudado a miles de jóvenes a encontrar oportunidades de crecimiento. Conoce el problema y conoce cómo solucionarlo. Hemos discutido esto y hemos hablado extensamente sobre el tema. De hecho, tenemos ya mucho tiempo de estar hablando de lanzamiento de esto. Así lograremos votar esos muros invisibles que aún quedan en las comunidades, los lograremos integrar a la gente de todo el país.

Además, un anuncio que han tratado de confundir, de que va a desaparecer el INSAFORP, el INSAFORP no va a desaparecer, como quieren hacer creer algunas personas desde hace algunos días. Más bien, vamos a renovarlo, vamos a mejorar el servicio que da y vamos a aumentar su alcance. Vamos a optimizar los recursos tanto así queremos más eficientes. Incrementaremos la formación profesional y técnica en nuevas especialidades y habilidades que demandan nuestro país, los demás países y los nuevos tiempos. La sociedad y los mercados están demandando hoy en día cosas vinculadas a la tecnología, al desarrollo, a pensar hacia adelante, a pensar en el futuro.

Así enfocaremos el nuevo INSAFORP, y con el presupuesto actual de aproximadamente 60 millones de dólares, usaremos 12 millones de eso para el nuevo INSAFORP, para mantener la institución con una optimización y de una manera mejorada. 30 millones financiarán al año 30 millones financiarán la fase seis del plan Control Territorial, la Dirección de Integración y todos los proyectos cara. Y dieciocho millones restantes servirán para impulsar aún más la digitalización del sistema educativo y reducir la brecha digital que todavía existe. Todo eso sin aumentar un solo centavo del presupuesto general de la nación, lo único que haremos será utilizar mejor los 60 millones de dólares que ya se están recaudando cada año.

Invito al sector privado y a las organizaciones de la sociedad civil locales e internacionales, así como a los gobiernos amigos, a trabajar con nosotros en esta fase de integración. Estoy seguro de que muchos de sus gobiernos estarán de acuerdo con esta visión del combate a la inseguridad y podrán apoyarnos desde esa vía. Y si no, como lo dije una vez, debemos ser amigos y aliados, pero debemos saber que a veces tenemos que hacer las cosas solos y debemos estar listos para hacerlas solos, pero también listos para colaborar con nuestros amigos de siempre.

Con esta fase, vamos a trabajar por una sociedad más integrada, con mejor formación profesional para más personas, mientras optimizamos mejor los recursos del Estado. El Salvador está renaciendo, debemos creer en nuestra capacidad, así como los demás países ya lo creen. Gente de otros países ya cree en nuestra capacidad, nosotros debemos también creer en nuestra capacidad, debemos sentirnos orgullosos de todo lo que hemos logrado en tan poco tiempo. Los anhelos de hace 200 años tardaron mucho en llegar, soberanía, independencia, libertad, tardaron doscientos años en llegar, pero ya llegaron. Nadie puede negar que El Salvador es un país soberano, independiente y libre.

Ahora, logrando esos anhelos en estos cuatro años, habiendo logrado esos anhelos de hace más de 200 años de soberanía, independencia y libertad, ahora tenemos nuevos anhelos, una mejor educación, un mejor sistema de salud, una economía robusta, entre muchas otras cosas. Pero estos anhelos no tardarán dos siglos, primero Dios, en concretarse como tardó la libertad, la soberanía y la independencia. Estamos luchando para alcanzarlos lo más pronto posible. Falta mucho por recorrer para alcanzar nuestro sueño más importante, el sueño de algún día este país, el más pequeño del continente, llegue a ser grande, pero estamos al menos en el camino correcto para lograrlo.

Ahora nos toca seguir trabajando duro por este nuevo El Salvador que estamos construyendo, el momento de celebrar la nueva historia que estamos escribiendo juntos. ¡Que Dios los bendiga a todos y que Dios bendiga El Salvador! Muchas gracias.

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Alessia Genoves
Alessia Genoves
Periodista, redactora de ContraPunto. Especialista en temas sociales, económicos y de género. Editora de cultura.
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