Por Alessia Genoves
“Desaparecido y presuntamente asesinado” es el estatus jurídico del poeta Roque Antonio Dalton García. La víctima ha recibido el emblema póstumo como el “poeta más universal de El Salvador”, en el transcurso de los 47 de la pérdida material de sus restos, habiendo sido visto por última vez en la fecha del 10 de mayo de 1975. La familia doliente ha permanecido expectante a la respuesta del sistema judicial sin recibir una respuesta mayor al rechazo, por lo que el caso ha sido ventilado ante la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH).
“Crimen de lesa humanidad”, así es como las víctimas demandantes definen al secuestro, desaparición, tortura y asesinato de quien en su vida fue Roque Dalton. El sistema judicial ha incumplido en su deber de hacer valer las “garantías Judiciales” (art. 8) y la “protección personal” (art. 25) de Dalton, según lo concluyó la CIDH, en su reporte de admisión al proceso.
“Satisfacción y esperanza en que se va a tener justicia” fueron las sensaciones que el periodista e hijo del poeta, Juan José Dalton, compartió a la prensa. “En casi 10 años de que la CIDH haya admitido el caso de denegación de justicia, por parte del Estado salvadoreño, en el caso de Roque Dalton y Armando Arteaga”, añadió.
Declaraciones
El asesinato del poeta Roque Dalton fue perpetrado del 10 de mayo del año 1975; y sus autores materiales no han confrontado la justicia. La muerte del poeta fue el “error más grave, más difícil” que confrontaron directivos de agrupaciones guerrilleras, identificadas con el FMLN, según lo reafirmó uno de sus representantes, Joaquín Villalobos. El confeso es identificado como uno de los principales autores materiales del asesinato, según sus propias declaraciones.
“Fue una decisión de la dirección de esa época de 1975 que son, tendría que hacer una precisión, pero por ahorita me recuerdo de Alejandro Rivas Mira, Jorge Meléndez, Vladimir Rogel, Alberto Sandoval (Lito) y otro compañero de seudónimo Mateo y yo. Probablemente se me ha quedado un par de nombres más”, detalló Villalobos a la pregunta del periodista el hijo de Roque, Juan José Dalton, de si el asesinato del poeta salvadoreño“fue una decisión colectiva”
De acuerdo con el periodista, las pruebas presentadas al órgano de justicia y a la CIDH se han sustentado “no solo por los testigos” que cuentan a su disposición, “sino que por documentación, que fue escrita por el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP); y, específicamente cuando ya estaba al mando de el ERP el ex comandante Joaquín Villalobos”
Sin embargo, la confesión de Villalobos no satisfizo al periodista. En una entrevista dirigida por el criminólogo Ricardo Sosa, Dalton expresó su insatisfacción cuando Villalobos se habría retractado de las declaraciones iniciales, que confesó en una entrevista dedicada en Diario Excélsior. Según lo detalla, la declaración de inocencia de Villalobos se habría ventilado en Diario El Mundo de España, una de las agencias informativas con mayor alcance en la comunidad de habla hispana.
“Joaquín Villalobos también fue cínico. Porque él admitió, me admitió a mí todo lo que fue su responsabilidad, y la responsabilidad de otros, entre ellos Jorge Meléndez”. En la entrevista de Diario El Mundo, “Joaquín ya no se entiende. Dice que él no tiene nada que ver, ni material ni intelectualmente”, indicó.
En otras declaraciones, Dalton también expresó su indignación a las declaraciones expresadas por Jorge Meléndez, el ex-ministro de Obras Públicas, en el gobierno del FMLN. En su momento, Menéndez habría declarado a la prensa desconocer a “un tal Roque Dalton”, y a la “persona con las características físicas” con las que era descrito, hasta ese momento. Sin embargo, el hijo del poeta definió como una burla sus declaraciones, y como cínicas declaraciones como “que Roque Dalton era ningún pobrecito poeta”, en negación con el poema el autor “Pobrecito Poeta que era Yo”.
Disidencias
En el caso del poeta también se ventila la desaparición de su correligionario, Armando Arteaga. Juan José sostiene que las pruebas confirmarían que los hechos de sangre “fueron rencillas políticas o sea mi padre tenía diferencias contra la parte que dirigía Joaquín Villalobos que era una izquierda extremista; y, mi padre tenía una posición más política”, según lo detalló a la prensa.
Sin embargo, la vida política e intelectual del poeta estuvo llena de controversias. Roque Dalon cultivó su talento en las artes literarias, en la ensayística y en el periodismo, Su lítica lo hizo posicionarse como uno de los poetas más connotados del país, pero también fue instrumento de crítica social, en las que podía “expresar una serie de injusticias de la sociedad salvadoreña”, pero que tuvo contexto “cuando ya estaba desarrollándose la persecución política –antes de la Guerra Civil- y habían actos que atentaban contra la libertad de expresión, contra todo este tipo de manifestaciones”, indicó su hijo.
Roque Antonio Dalton García se logró distinguir como “el poeta más universal de El Salvador”, y como el literato más referenciado por connotados escritores como Mario Benedetti, Eduardo Galeano, Ele Ponlatowska, Ernesto Cardenal y Julio Cortazar. Su trayectoria intelectual, literaria y política es reconocida a 47 años de su deceso, y la pérdida material de sus restos.
Sus crítica social, y su implicación posterior a movimientos de la izquierda marxista, hicieron notoriedad sobre Roque Dalton, inclusive sobre grupos militares, y los entonces combatientes de la guerrilla salvadoreña. De hecho, el poeta fue llevado a prisión, durante dos meses, por las fuerzas del orden. Durante la detención, en 1864, habría sido interrogado por miembros de la Agencia Central de inteligencia (CIA), hasta ser entregado por el ejercito, por negarse a participar a los intereses de Estados Unidos.
“Hay documentos desclasificados en el en el que se refiere el que Roque Dalton se enfrentó patriótica-mente al imperio de EEUU”, aseguró Juan José Dalton, en el programa de entrevista. Pese a ello, el poeta fue acusado de participar con la CIA, por los grupos insurgentes; además que fue reprendido por los partidos insurgentes, que alegaban que tanto él, como un entonces compañero, Armando Arteaga, intentaban “dividir al partido, a la guerrilla”.
Proceso
Juan José Dalton asegura tener la robustez probatoria para señalar a los implicados del asesinato de su padre. Tras 47 años del siniestro, la familia Dalton-Cañas habría agotado las instancias judiciales correspondientes, desde la apelación a la resolución por el sobreseimiento del caso, en el que la Cámara Tercera de lo Penal Sección Centro alegó que el hecho habría prescrito.
Las investigaciones fiscales, por otra parte, procedieron al hallazgo de numerosos vestigios en los que se habría reconocido el paradero del poeta Dalton. Según lo detalla el Ministerio Público, los posibles lugares de sus restos eran “el caserío Milagro de la Roca, inmueble El Chaparral, La Coyotera, Finca Colombia, todos ubicados en el cantón Primavera del municipio de Quezaltepeque, en el departamento de La Libertad”.
“Durante el gobierno de Mauricio Funes, éste prácticamente no hizo nada (2009-2014).No se investigó nada. El Fiscal General de entonces, Romeo Barahona se lo llevó, y le dijo al juez: abra el caso y sobreséalo por prescripción del delito. Sin tomar en cuenta que nosotros habíamos denunciado el caso como crimen de lesa humanidad”, lamentó Juan José, para esa esa etapa procesal.
El hijo del poeta identifica al juez de la causa como Aurora Giammattei, quien abría absuelto a los entonces imputados, Jorge Meléndez y Joaquín Villalobos, de la desaparición y muerte de Roque Dalton, caso que había sido denunciado como un “delito de lesa humanidad”. El administrador de justicia, sin embargo, fue procesado delitos de corrupción, relativos al prevaricato, para “fabricar pruebas falsas en contra de una persona”, quien era Claudia Herrera, la ex-esposa de Enrique Rais. El juez admitió su responsabilidad en los señalamientos, y fue destituido de su cargo.
Pero, en el caso de Roque Dalton, la resolución del proceso haría notar la “ineficacia de los recursos internos para satisfacer las demandas de las víctimas en materia de verdad, justicia y reparación, así como el evidente desacato oficial ante las decisiones, recomendaciones y sentencias de los sistemas internacionales de protección de los derechos humanos por parte del Estado salvadoreño”, según lo señaló la CIDH.
El proceso fue tramitado ante la CIDH, hasta su conclusión. En su resolución, la institución declaró admisible la petición de las víctimas dolientes, los familiares del poeta salvadoreño. Queda patente en el “INFORME No. 379/21 de la PETICIÓN 1530-11”, de la institución. Y concluyó, entre otras cosas que los hechos atentaban en contra de las Garantías Judiciales (art. 8) y de la Protección Personal (art. 25), reglamentados en el Sistema Interamericano de los Derechos Humanos