Por: Alessia Genoves
Allanada fue la casa color mostaza, alojada en Cojutepeque, en la que vivieron su pareja, su hijo, su nuera más dos de sus nietos menores de edad. El propietario fue el ex-agente de la Policía Nacional Civil (PNC), Hugo Osorio Chávez, conocido por las autoridades de justicia como el Asesino de Chalchuapa, por ser uno de los doce principales sospechosos de la Masacre de Chalchuapa.
Cadáveres presumen encontrar las autoridades de seguridad, al interior de la vivienda de la zona para-central, tal y como encontraron a decenas de cadáveres,en los terrenos colindantes de su otra viviendas, alojada en la colonia Las Flores, de Chalchuapa (Santa Ana).
Desaparecidas fueron reportadas varias víctimas, en las zonas colindantes a las de los hogares de Osorio. Sólo doce son los cuerpos encontrados en las fosas de Santa Ana, que certifica el Ministerio de Justicia y de Seguridad Publicas (MJSP). Contrasta con al menos 22 cuerpos que fueron mencionados por las autoridades forenses, durante el proceso de inspección e inhumación.
Al menos tres personas desaparecieron desde que Osorio se instaló, finalmente, en la Segunda Etapa, de la Colonia San Antonio 2, de Cojutepeque (Cuscatlán) .Las alertas de desaparecidos responden a los nombres de Eduardo Arévalo, de 18 años de edad; Daniela Villatoro, de14 años y Karla Cruz, de 26 años de edad.
Osorio se instaló en la residencia en los últimos tres años. Su esposa, María de los Ángeles García, coaboraba con los gastos familiares con la venta de tortillas. Poco tiempo atrás, sin embargo, había vivido con un familia en los alrededores. Al menos dos de los hogares fueron identificados por la prensa local, tras la incursión de varias investigaciones, y las declaraciones de los habitantes.
Controversias sexuales han salpicado sobre la reputación y el estatus legal del ex-agente, desde el año 2005 hasta la fecha. Sin embargo, sus vecinos en Cojutepeque lo definían como una “persona amable y respetuosa”. Otras opiniones también lo implican con la menor desaparecida Daniela Villatoro, de quien vecinos han declarado a la Prensa Gráfica (LPG) que hacía “insinuaciones sexuales”.
De “perfil psicópata”, persuasivo, manipulador, Chávez se relacionaba con sus víctimas, y familiares de las mismas. Apenas ha sido acusado del doble feminicidio perpetrado el pasado 17 de mayo, en contra de víctimas que contaban con indicios de abuso sexual: irna Cruz Lima, de 57 años, y Jacqueline Cristina Palomo Lima, de 26 años.
Testigo criteriado, y cómplice, es del asesinato de otras doce personas, en la que se implica a otros once sujetos, algunos relacionados con estructuras terroristas. Desde su captura, han transcurrido ocho meses; y otros tres años, desde la instalación formal de su juicio en contra.
La información abordada en ContraPunto ha sido solicitada por la prensa local, y reconstruida de las declaraciones oficiales de las autoridades de seguridad, desde el pasado la apertura del caso. No se ha notificado de manera oficiosa el allanamiento del hogar de Osorio y su familia. Se conoce que la Fiscalía General de la República (FGR) ha ordenado reservas sobre los procesos de exhumación; del mismo modo que el proceso que juzga ñ doble feminicidio por el que es acusado también cuenta con reservas.
La casa color mostaza, en Cojuteque, fue abandonada por la familia de Osorio poco después de que fuera capturado. Las autoridades no han rendido informes sobre el procedimiento de manera pública. Se desconoce del paradero de su familia, y si alguno de sus miembros han sido señalados de cometer ilícitos penales, relacionadas con los de Osorio.