lunes, 15 abril 2024

57% de mujeres reciben violencia sexual en el trabajo

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57% de mujeres y personas trans reciben violencia sexual en el trabajo. Sólo el 7.1% interpuso una denuncia, pero apenas al 5% de ellas les resolvieron favorablemente, según ORMUSA

Por Alessia Genoves


57% de las mujeres reciben violencia sexual en su trabajo. El dato lo comparte el último estudio divulgado por la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (Ormusa), en su informe titulado “El Salvador. Violencia sexual contra las mujeres en el mundo del trabajo”, que involucró a 1,085 mujeres, 8 de ellas transexuales y 9 de ellas intersexuales. Pese a que cerca de un 90% de las encuestadas manifestó que los hechos de violencia contra la mujer deben ser denunciados, apenas un 7.1% declaró haber procedido a denunciar a sus agresores.

49% de las víctimas que afirmó recibir violencia sexual en sus espacios de trabajo, indicó que no habría interpuesto una denuncia. Al hecho, la representante de la Ormusa, Carmen Urquilla, explicó a ContraPunto: Son mujeres empobrecidas, son mujeres que dependen de su ingreso. Las mujeres que tinene éstas características, pueden llegar a sentir acoso y no denunciarlo. Porque cuadno estabamos presentando el estudio, cuando las mujeres denuncian, pero el principal temor al que las mujeres se pueden enfrentar es a la pérdida del empleo”.

42.1% de la población ocupada en El Salvador está representada por mujeres. El dato divulgado por la Encuesta de Hogares con Propósitos Múltiples (EHPM) del año 2022 es de interés para el grupo demográfico al que representa la reciente encuesta de Ormusa; mientras que a porcentaje minoritario quedaría exceptuado, más no por la organización: mujeres trans y no binarias. Los datos contrastarían con el 57.9% de la población masculina ocupada; que, de acuerdo con Ormusa, es grupo demográfico con mayor incidencia de hechos violatorios contra mujeres. La encuesta tampoco omite en definir al componente femenino como violatorio, y cómplice o partícipe de hechos revictimizantes.

Víctimas

620 mujeres declararon haber recibido violencia sexual en sus trabajos, el número exacto al que responde la proporción de mujeres que compartieron dicha experiencia a Ormusa. Por otra parte, existe un 9% de la población restante que sañaló desconocer si había recibido violencia sexual o no. A éste último grupo demográfico también respondería la dificultad en definir los escenarios de violencia sexual expuestos por Ormusa; o la percepción de los procedimientos jurídicos como revictimizantes.

Cabe destacar que el informe de Ormusa omite definir al género al que corresponden las víctimas de agresiones sexuales, por cada escenario de violencia sexual expuesto. Hay que destacar, por otra parte, que la encuesta también evaluó la opinión de las mujeres y personas no binarias sobre la aquellas afirmaciones que responden a escenarios de violencia sexual, resultando, en algunos casos, en opiniones revictimistas. Para el caso, identificó que el 43.8% de las mujeres indicaría que “es normal que en el trabajo se den insinuaciones sexuales por parte de los jefes y compañeros”.

Pese a las controversias, algunas de las opiniones serían pertinentes a los escenarios de acoso y violencia sexual, principalmente para el 99% de las participantes. También un 99.6% de las encuestadas identifica que el acoso y la violencia sexual generan estrés y problemas psicosociales a las persona que lo vive; y lo escenarios también amplían para las personas LGBT, de quienes sería conocido que “son acosafas sexualmente debido a su condición de género y orientación sexual”, en el 96.4% de casos.

Agresores

312 de las personas que declararon haber recibido violencia sexual en sus lugares de trabajo, señalaron que la mayor parte de sus victimarios fueron su compañeros de trabajo; es decir, una cifra que respnde a una proporción del 28.8%, siendo el grupo mayoritario. Al mismo tiempo, otras 256 personas identificaron a su jefatura o supervisor como la principal entidad en ejercer violencia sexual, mientras que otras 109 de las víctimas identificaron a sus agresores como “clientes o usuarios de servicios”.

A ello se añade que hubo 15 de las víctimas que relacionaron a sus compañeros de trabajo, clientes y jefaturas como sus mayores agresores. Además, que apenas 5 de las víctimas identificaron simultáneamente a sus compañeros y jafaturas como los vulneradores de su honor o integridad sexual; así como otras 2 víctimas que identificaron a clientes y compañeros de trabajo, en simultáneo, como los agresores.

Es altamente preocupante, porque las mujeres nos hemos estado incorporando de forma masiva al mundo laboral. Pero nos estamos incorporando a un mercando laboral, hostil, violento pero que parece que no es apto para que las mujeres podamos participar de forma igualitaria, como lo hacen los hombres”, comenta Urquilla a ContraPunto.

Violencia sexual

Comentarios obscenos no deseados o molestos son aquel tipo de violencia sexual más frecuente, de acuerdo con el 38.3% de víctimas que valoró que eran muy frecuentes; y de 15.5% que manifestó que eran muy frecuentes. Las hostilidades sexuales sucederían en una frecuencia del 38.2% y serían aún más frecuentes para el 13.5% de las víctimas; mientras que las insinuaciones sexuales y tocamientos no deseados se darían en una frecuencia del 33.5% y lo serían aún más frecuentes para un 7.3% de las víctimas.

Menos recurrentes, por otra parte, serían aquellos escenarios en los que las jefaturas o supervisores solicitan a las víctimas intimar con sus clientes o proveedores respondiendo a un 7% de los casos. Otros hechos preocupantes serían aquellos en los que a lasv víctimas se les pediría realizar algún acto sexual o salidas a solas a cambio de un beneficio de trabajo, hecho que sería frecuente en un 38.2% de casos; y aún mayor para el 13.5% de las víctimas. A experiencias similares, habrían removido, o se habrían removido, a un 28.6% de las víctimas.

Los hechos más concurrentes de violencia sexual responden a los chistes o contenido sexual, en un 71.3% de los casos; mientras que las insinuaciones sexuales o sobre el cuerpo de las víctimas y de su forma de vestir fueron recurrentes en un 68.4% de casos. Otros hechos los señala en 47.4% de las víctimas, que identificaron como acoso y violencia laboral que las personas victimarias les asedian incluso fuera del trabajo, o en paradas de buses, cafetines u otros.

Denuncia

Ante hechos de violencia sexual, apenas 232 de las mujeres declaró que habrían recibido ayuda ante las controversias. Sin embargo, unas 194 de ellas indicó que recibieron “represarias por parte de sus jefaturas al no acceder a sus insinuaciones o propuestas sexuales”. En consecia, unas 551 víctimas expresaron que habrían evitado comunicar aquellos hechos de violencia; otras 229 manifestaron aislarse de los compañeros que les hostigaban sexualmente y otras 246 expusieron que renunciaron a su trabajo tras recibir violencia sexual.

Por otra parte, un 17.1% de las víctimas informó haber interpuesto una denuncia al menos una vez; en contraste de un 63.2% que indicó no haberla interpuesto. A la experiencia jurídica de éstas, podría añadirse que sólo el 7.1% ejerció la denuncia en el contexto de la violencia sexual en el entorno laboral; es decir, una proporción que responde apenas a 77 de las víctimas que, sin embargo, al menos 52 de ellas manifestaron haber tenido una resolución favorable en la denuncia que interpusieron.

Ormusa añade que, en última instancia, el 90% de las mujeres consideran prioritario mejorar la normativa laboral, ante escenarios de violencia sexual en los trabajos; mientras que un 95% de ellas “considera altamente prioritario la obligatoriedad de las instituciones, empresas y organizaciones de adoptar una política contra el acoso y la violencia sexual en el lugar de trabajo”.

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Alessia Genoves
Alessia Genoves
Periodista, redactora de ContraPunto. Especialista en temas sociales, económicos y de género. Editora de cultura.
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