La selección de México llegó este jueves a El Salvador para enfrentar su duelo eliminatorio contra la azul y blanco, olvidando el fantasma del 7-0 ante Chile en la Copa América Centenario, y con la presión inclinada a su favor pues el pronóstico para los locales no es nada favorable.
El equipo azteca se concentró en un hotel capitalino y en horas de esta tarde hicieron el reconocimiento del estadio Cuscatlán, pese al clima lluvioso que se ha pronosticado para las próximas 48 horas por el Ministerio de Medio Ambiente (MARN).
Los visitantes están sabedores que El Salvador y su afición no pasa por su mejor momento, por lo que podrían jugar en un estadio sin presión, a diferencia de otros enfrentamientos.
El desánimo lo refleja la afición salvadoreña, cuando la Federación Salvadoreña de Futbol (Fesfut) anunció que apenas se habían logrado vender 8.000 boletos, de una capacidad de más de 30.000 con la que cuenta el Estadio Cuscatlán. Los salvadoreños ya no se escandalizan tanto como con partidos anteriores de esta índole en los que la afición aún confiaba en sus jugadores; una confianza que fue traicionada por los señalamientos de amaños de partidos.
En septiembre de 2013 el fútbol salvadoreño vivió uno de los momentos más tristes de su historia al confirmarse una investigación fiscal por arreglos de partidos en los que varios jugadores habrían vendido a apostadores internacionales los resultados de partidos tanto oficiales como amistosos. Tras esa acusación, 14 jugadores del equipo titular de El Salvador fueron sancionados de por vida para no volver a jugar fútbol de forma profesional.
Ningún aficionado salvadoreño se hizo presente ni al hotel ni al aeropuerto para comenzar a calentar el partido de mañana como habitualmente se hacía antes de los amaños. Únicamente, cerca de una decena de aficionados mexicanos estuvieron afuera del hotel de concentración a quienes los jugadores mexicanos les autografiaron camisas y se hicieron fotografías.
Entreno de la selección mexicana en el estadio Cuscatlán. Foto: Vladimir Chicas
México sabe el mal momento de El Salvador. La “Selecta” no gana un solo encuentro desde que su actual director técnico, el hondureño Ramón “El Primitivo” Maradiaga tomó la dirección de la azul y blanco el 23 de septiembre de 2015. Actualmente El Salvador se ubica como la selección número 137 del mundo, superado por selecciones de menor bagaje futbolístico como Nicaragua, Antigua y Barbuda y Curazao.
Mientras tanto en México, si bien la confianza en el “Tri” permanece, también surgen duras críticas a su forma de juego. "No sé si falta (un Cuauhtémoc Blanco en la selección), pero a veces les falta un poco más, un poco más de carácter", dijo el excapitán mexicano, Cuauhtémoc Blanco, en declaraciones que difunde hoy la prensa deportiva local.
Blanco, quien llegó a representar a México en los Mundiales de Francia 1998, Corea del Sur y Japón 2002 y Sudáfrica 2010, agregó que al "Tri" le faltan no solo uno sino dos o tres líderes y sobre todo carácter. "No es falta de temperamento, pero hay mucho conformismo.
Conozco a varios jugadores de ahí, fueron compañeros míos en selección mexicana, lo único que siempre les he dicho es que se rompan el alma, que lucen, que se sacrifiquen en el día a día", señaló el exjugador, de 43 años.
Después de jugar ante El Salvador, la escuadra mexicana recibirá el 6 de septiembre a Honduras en el estadio Azteca. Los dirigidos por Osorio están virtualmente clasificados al hexagonal final de la eliminatoria de la Confederación de Norte, Centroamérica y del Caribe de Fútbol como líder del Grupo 1 con 12 puntos y cuatro victorias.
Le siguen Honduras y Canadá (4) y El Salvador (2) con dos jornadas por disputarse. Completan la eliminatoria en el Grupo B Costa Rica, Panamá, Jamaica y Haití, mientras que el C lo integran Trinidad y Tobago, Estados Unidos, Guatemala y San Vicente y las Granadinas.
Los dos mejores de cada sector avanzarán a un hexagonal final, que repartirá tres pases directos para el Mundial de Rusia 2018. El cuarto mejor jugará una fase de reclasificación.
